La explicación de la resurrección es bastante sencilla...
El motivo del retorno puede caer en la obviedad... y la sencillez.
Por mucho que trate de reconocerme, delante de un material
reflejo, no logro llegar al epicentro de lo que realmente soy. Por mucho que
indague en sueños desordenados e imágenes desmelenadas, no logro hacer una
extensa lista de aptitudes y defectos, pues estos dormitan y tornan grises para
camuflarse delante de mi ego, y solo dejan verse cuando mi autocompasión los
convoca; pierden toda su efectividad y se ocultan, como si no existieran, entre
una psique, que parece, descompuesta por la farándula del día a día y la
situación de ese vulgar momento.
Somos falsos cuando soñamos…Falsos cuando hablamos de nosotros
mismos.
Cuando el papel es rozado por la tinta, quizás, se siente violado
y desprende el gemido que pueda, con su volumen, con su intensidad, tapar la
farsa del acto de respirar. Desvela entre tinta
y calma… Entre carne y texto… Entre amor y sueño… Entre palabra y
muerte… un patrón más real, menos adornado
que desprende la ingenuidad del que cree que no le miran, del que, pese
en repasar lo escrito en voz alta, reina en su parcela de silencio.
La explicación de la resurrección es bastante sencilla… Soledad.
El motivo del retorno puede caer en la obviedad… Liberación.
Daniel Brun
No hay comentarios:
Publicar un comentario