16/9/13

Nieve enrojecida ... y silencios que dicen todo





Quizás me acerqué demasiado a la superficie de tu cuello.
La sonrisa nerviosa, el temblor de voz, la pregunta sin sentido, y el adolescente movimiento instintivo.
Quizás una campana de vacío nos cubrió y todo aminoró su ritmo.

Todo giraba en otra esfera diferente en el que mi voz no tiene importancia, carece de eco,  mi mirada acaba siendo la maldición de la ceguera, buscada frotando arena en los parpados, violencia indiscriminada hacia los sentidos, creyendo que es en el plano físico donde se aloja la memoria del haber besado…Haber tocado… Maldecido…. Y Adorado…

Del mismo modo que yo hacía figuras de arcilla, figuras que cobraron vida para hacerme pagar por cada una de mis mentiras…tantas… como veces escribí tu nombre en el aire. Tantas como veces escupí en el paisaje, encarándome al horizonte que no se extiende hasta tu posición.

¿Cómo es el Sol que adornas?

¿Cómo es el Sol que me niegas?

Vuelvo a centrar mi pensamiento en la dirección  a la que creces… En el momento que te respiro
Vuelvo a aterrizar en ese instante y con una sonrisa trataré de pedirte que seas tú la que me mate… la encargada de mi extinción.

Lo deseo, no voy a mentirte.

Quiero que seas tú la que me arroje a la nada…la que me haga arrastrarme entre nieve enrojecida y la más pagana desnudez.

Se Alfa y Omega, ese sería mi deseo… Caer en la eterna figura del Ouroboros y morder por ser destruido.
Necesito volver a odiar todos los átomos en los que influye tu presencia… necesito pudrirme de nuevo cada vez que pisas el suelo por el que me arrastro.

Necesito que temas mi lengua, mi reacción, mi eyaculadora mirada… solo así estoy seguro que existo en las pantallas del día a día.

Y trato de sugestionarme para olvidar que me creaste una y otra vez para dejarme caer todas las veces que sea necesario antes de obstruir mi realidad con fotos usadas y dudas de si alguna vez los reflejos fueron reales. Pues muchas veces pienso que no eres más que algo que yo cree para que fueses un elemento de apatía y desidia… Algo perfecto para enfrentarte a un mundo que no va a tratar otra cosa que no sea morderte…

…Ouroboros

… Siendo Yo el que vomitó directamente a lo sagrado y no supo recomponerse.

Me enseñaste a acomodarme aquí abajo donde todos los rincones parecen fotocopias de las reciprocas sonrisas que quedaron suspendidas entre la falta de ozono y el disgusto.

Me acerqué a tu cuello…
Te susurré:” Ódiame… sin eso no soy nada”
…Guardaste silencio…
…el mayor de tus desprecios.


D.Brun  

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